¿Masillas en polvo o masillas en pasta?
Las masillas para profesionales, que en un principio se ofrecían en forma de polvo, se ofrecen hoy en día muy a menudo en forma de pasta. En la práctica, su uso depende de la naturaleza del trabajo a realizar, ¡pero también de los hábitos! Vemos que las últimas generaciones de pintores se decantan cada vez más por la pasta porque se han formado en estos productos, pero siempre sin abandonar el polvo. Entonces, ¿cómo elegir entre masillas en polvo y en pasta en tus obras? ¿Cuáles son las características y ventajas de cada tipo de masilla? Echamos un vistazo a las características específicas de cada tipo de masilla para ayudarle a tomar la decisión correcta
Masillas en polvo: para una aplicación con poca o ninguna merma
El preparado en cuestión: limitaciones con ventajas
La primera diferencia entre las masillas en polvo y las masillas en pasta radica en la preparación. A diferencia de las masillas en pasta listas al uso, las masillas en polvo deben mezclarse con agua antes de su aplicación. La duración de esta preparación varía en función de la cantidad que haya que mezclar: puede durar varios minutos. Para pequeñas cantidades, la preparación de las masillas en polvo suele hacerse a mano en una gaveta. Para grandes volúmenes, se suele utilizar una batidora.
La preparación de la masilla en polvo puede percibirse como una pérdida de tiempo y una limitación en obras sin agua ni electricidad. Esto lleva a veces a las empresas a utilizar enlucidos en pasta cuando, por ejemplo, el sistema de suministro de agua aún no está operativo. El hecho de que la masilla pueda mezclarse hasta alcanzar la consistencia deseada por el aplicador es una verdadera ventaja. La proporción ideal de mezcla la puedes encontrar siempre indicada en el envase a título orientativo.
Tiempo de aplicación reducido, pero sin límites de grosor.
LLa característica específica de las masillas en polvo es que tienen un límite de tiempo de uso tras el cual ya no pueden aplicarse, dado que ya no se pueden manipular (endurecimiento irreversible). Este límite de utilización varía de unos treinta minutos a varias horas. Estos diferentes tiempos de utilización corresponden generalmente a la función de la masilla, por ejemplo, cuando es necesario rellenar agujeros generalmente localizados, un tiempo de fraguado corto (de 30 a 45 minutos) es una ventaja, en cambio cuando el profesional debe aplicar sobre grandes superficies (operación de alisado por ejemplo), y que por lo tanto necesitará tiempo para realizarlas, este tiempo de manipulación será mucho más lento y puede ir de algunas horas a un día entero en ciertos casos. Por tanto, es necesario preparar cantidades adecuadas para evitar derroches de producto.
Pueden aplicarse tanto en capas gruesas como finas y suelen ser más adecuadas para aplicaciones localizadas y muy gruesas, como las masillas en polvo Toupret, que se recomiendan cuando hay que rellenar agujeros profundos en una obra. En la mayoría de estas masillas se puede encontrar que tiene la característica especifica de ser “sin límite de espesor”. Otras de ellas están adaptadas para aplicarse sobre relieves o superficies irregulares y están diseñadas para aplicarse hasta 5 mm de espesor.
Un endurecimiento de las masillas en polvo sin merma.
El polvo se endurece por fraguado (cristalización). Se trata de una reacción química uniforme entre determinados componentes de la masilla y el agua de la mezcla, que puede ser más o menos rápida, pero irreversible. Este tipo de endurecimiento evita el fenómeno conocido como merma.
Buena conservación del polvo y más
Si se almacenan en las condiciones adecuadas, es decir, lejos de la humedad, pueden conservarse durante mucho tiempo.
Es bueno saberlo que en lo que respecta a la calidad del aire interior, todas las masillas en polvo Toupret tienen una clasificación A+. Esto las convierte en las menos emisivas del mercado.
Masillas en pasta: prácticas y fáciles de usar en la obra
Masillas listas al uso sin residuos
Se encuentran listas para usar, no requieren mezclarse con agua. Están preparadas mediante un proceso industrial por lo que su consistencia se adapta al uso previsto. La pasta es lisa, homogénea y de consistencia constante, ya que esto se controla en la planta de producción.
En el caso de una obra habitada (por ejemplo, una reforma doméstica), las masillas en pasta tienen la ventaja sobre las masillas en polvo de que no generan polvo, al estar listas para su aplicación.
Además, no generan residuos ni se estropean. Al final del día, bastará con cerrar el cubo y puede volver a utilizarse al día siguiente.
> Video ¿Cómo conservar la masilla en pasta?
Un mayor tiempo de endurecimiento que amplia los tiempos de aplicación
En comparación con las masillas en polvo, las masillas en pasta tardan más en endurecerse. Su endurecimiento por evaporación del agua que contienen provoca además un fenómeno de merma que puede ser más o menos acusado en función de la calidad del producto utilizado. Otra consecuencia es que el tiempo de recubrimiento es generalmente más largo que en el caso de un polvo. Por esta razón, las masillas en pasta tienen una limitación de espesor para las operaciones de relleno. En general, 1 cm como máximo, frente al espesor ilimitado del polvo.
Sin embargo, existe una excepción: los rellenos en pasta denominados "aligerados" pueden utilizarse sin límites de grosor. Gracias a esta tecnología, también pueden pintarse entre solo 30 minutos y 1 hora después de su aplicación y tanto en interiores como en exteriores (tiempo aproximado, según el soporte, el espesor de la aplicación y el grado de humedad del aire...). Un ejemplo de ello es la masilla Redlite® de Toupret.
Los límites de aplicación de las masillas en pasta para rellenar o alisar son similares a los de las masillas en polvo. Es decir, 5 mm para las primeras y hasta 2 mm a nivel local para las segundas.
Condiciones que hay que respetar para una buena conservación en el tiempo
Si se almacenan en condiciones adecuadas, es decir, lejos de la luz solar y las heladas, pueden conservarse durante mucho tiempo.
¿Qué masilla es mejor para aplicación manual y la mecanizada: en polvo o en pasta?
Tanto los enlucidos en polvo como los enlucidos en pasta son adecuados para los sistemas "mecanizados", ya sea por pulverización (máquina tornillo sin fin) o por pulverización (tecnología AIRLESS). Estas técnicas de aplicación se utilizan principalmente en obras nuevas y de gran superficie, aunque a veces se emplean en renovación. Con ellas se pueden recubrir varios cientos de m² al día.
En resumen, cada tecnología tiene sus propias ventajas e inconvenientes. A pesar de algunas limitaciones de uso en determinados casos, las masillas en polvo y en pasta son plenamente capaces de responder a las numerosas expectativas de los distintos profesionales de la obra que los utilizan a diario. Para ayudarte a tomar la decisión correcta, Toupret te ofrece una guía para elegir la masilla adecuada para tu obra en 5 preguntas.